Existen situaciones en las que los lactantes presentarán perturbaciones en el proceso de alimentación que pueden provocar el abandono precoz de la alimentación del pecho. Para evitar estos problemas, el papel de las asesoras de lactancia y los pediatras toma cada vez más importancia para evaluar y comprobar las señales de alerta en las tomas.

 

Evaluación de la toma:

Los profesionales de lactancia deben evaluar, en primer lugar, las estructuras orales del lactante y de aquellas situaciones que pueden provocar que la succión no sea segura o eficaz. Estos problemas pueden surgir en diferentes fases de la toma y ofrecen pistas para determinar qué alteraciones se están produciendo.

 

Evaluación de la succión:

En la succión alterada o compensada pueden escucharse chasquidos de la lengua, dificultades para el sellado labial, etc. Por ello, es muy importante que la asesora evalúe qué problemas puede tener el niño a la hora de agarrarse al pecho.

 

Evaluación de la deglución:

Durante la deglución puede ser común que aparezca tos tras la ingesta, atragantamientos o regurgitación. Además, debemos tener en cuenta el comportamiento del lactante durante la toma: ¿realiza pausas?, ¿rompe a llorar?, ¿mira fijamente mientras amamanta?, etc.

 

Además, debemos tener en cuenta si el recién nacido se salta las sesiones de lactancia o duerme toda la noche. El bebé necesita alimentarse cada pocas horas para ganar suficiente peso y prosperar. En caso de que esquive las tomas, deberás despertarlo y animarle a amamantar.

 

Patrón respiratorio:

Por otro lado, es fundamental comprobar problemas como el rechazo de la succión, un comportamiento alterado, hipertensión de las extremidades o arqueamiento de la cabeza del lactante. Todas ellas pueden ser indicios de que las tomas no están siendo suficientemente efectivas. 

 

 Por supuesto, si a las dos semanas de edad, el lactante está por debajo de su peso al nacer o no ha comenzado a ganar peso, es un indicativo de que no está recibiendo suficiente alimento y puede denotar problemas en el proceso de lactancia. En estas situaciones, es recomendable acudir al pediatra para lograr una orientación más personalizada.

 

Por otro lado, las señales de alerta en las tomas siempre tienen que estar generados por el lactante. En numerosas ocasiones se producen problemas en los senos que pueden dificultar una lactancia eficaz como, por ejemplo, congestión mamaria, dolor que impide continuar dando el pecho, etc. En estos casos, buscar ayuda es imprescindible para garantizar que dar el pecho sea un proceso cómodo para la madre y el bebé.