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Calor y maternidad: consejos para la lactancia en verano

 

 

El verano trae consigo altas temperaturas y un aumento en la necesidad de mantenernos hidratados y frescos. 

Para las madres lactantes, el calor del verano puede tener un impacto en la forma en que experimentan y gestionan la alimentación de su bebé. Por eso, queremos darte unos consejos para la lactancia en verano y que sea todo un éxito.

 

 

¿Cómo influye el calor en la lactancia materna?

El calor del verano puede afectar la lactancia materna de varias maneras. Uno de los aspectos más notables es el aumento de la sed en las madres lactantes, una necesidad que hay que saciar, porque la producción de leche requiere de una hidratación adecuada.

 

Además, el calor puede hacer que tanto la madre como el bebé se sientan más irritables y fatigados, lo que podría influir en la frecuencia y la duración de las sesiones de lactancia.

 

 

Consejos para la Lactancia durante el verano:

 

    1. Hidratación Constante: Beber suficiente agua a lo largo del día es fundamental. Tener una botella de agua a mano mientras amamantas puede ser útil para recordarte hidratarte regularmente.
     

      1. Ubicación Fresca: Busca lugares frescos y sombreados para amamantar. Puedes utilizar ventiladores o aire acondicionado para mantener el ambiente cómodo.
       

      1. Descanso Adecuado: El calor puede ser agotador, así que asegúrate de descansar lo suficiente. Si es posible, duerme cuando tu bebé duerma para recuperar energías.
       

        1. Masajes y Compresiones: Si sientes que tu bebé se cansa rápidamente durante la lactancia debido al calor, intenta realizar masajes suaves en su espalda y hombros o aplicar compresiones mamarias para estimular el flujo de leche.
         

        Si te encuentras en periodo de lactancia, no olvides descargarte la App de Matermap para encontrar lugares amigables con la lactancia infantil en nuestro mapa interactivo.