La mayor parte de cremas, perfumes, barras de labios y esmaltes de uñas contienen químicos que pueden parecer inofensivos; pero debes de tener especial precaución con ellos si estás embarazada, ya que los ftalatos y bisfenoles son químicos realmente perjudiciales.

Desde hace tiempo, está demostrado que los bisfenoles, especialmente los de categoría «A», son causantes potenciales de enfermedades como el cáncer de mama o el asma, entre otras. Se considera también que los ftalatos causan alteraciones hormonales.

Un estudio clínico norteamericano reciente amplía los riesgos de estos químicos, muy presentes en plásticos, como factores que aumentan la posibilidad de tener un parto prematuro. Este estudio interpreta la concentración de varios ftalatos en la orina de más de 6.000 norteamericanas que se quedaron embarazadas entre 1983 y 2018. En todas ellas existía un dato clave: los científicos encontraron niveles más altos de este compuesto en las mujeres que, a término del embarazo, tuvieron partos prematuros.

No obstante, la principal aportación de este estudio es el desarrollo de modelos estadísticos que defienden que la reducción en un 50% de estos compuestos podría disminuir los partos prematuros en un 12%.

El uso de estos productos en los cosméticos

Los ftalatos y bifenoles, tóxicos invisibles muy presentes en nuestra vida diaria, se usan en gran parte de cosméticos y productos de higiene por razones prácticas. Y es que estos son capaces de mejorar la durabilidad de los mismos. Por eso, debemos de tener especial cuidado con los perfumes, cremas, esmaltes de uñas, maquillajes, pintalabios y demás productos de cosmética que utilizamos.

A veces es complicado identificarlos en el lineal de nuestro supermercado, ya que tienen diversas denominaciones, como Diethyl Phthalate o Dimethyl Phthalate. Otras, aparecen tan enmascarados que usan un nombre tan sencillo como Parfum.

Trucos para reducir su uso

Actualmente es muy complicado eliminar nuestra exposición a estas sustancias, y más si no hay una normativa comunitaria estricta que lo regule. A pesar de todo, te proponemos algunas rutinas para reducirla:

  1. Limita el uso de plástico todo lo que puedas
  2. Evita aquello que tenga fragancia, ya que tiene una alta probabilidad de contener esta sustancia
  3. Reduce o elimina los cosméticos mientras estés embarazada
  4. Si tienes que utilizarlos, apuesta por cosméticos con ingredientes naturales

Recuerda: antes de comprar cosméticos, revisa su etiqueta. A veces podemos tener grandes sorpresas con nuestros productos «de toda la vida». Desde MaterMap te recordamos que el contenido de este post es meramente informativo y te recomendamos la consulta a un especialista en caso de duda.